La región cuello y escote es una de las áreas que primero delata la edad. La pérdida de la definición en esta zona, provocada por la flácidez de la piel y el descolgamiento de la musculatura, provoca una perdida de los contornos del óvalo y en consecuencia, un aspecto envejecido.

El tratamiento para revertir estos efectos consiste en la infiltración de toxina botulínica en el músculo platisma del cuello, responsable de la tracción hacia abajo de los tejidos y por tanto de la flacidez. De esta manera se consigue su relajación y por consiguiente realzar el cuello y promover incluso el tensado de la piel.

Con la aplicación de botox en esta área podremos destacar el arco mandibular de la cara, reafirmar el cuello, escote y tensar toda la piel, recuperando la firmeza en una sola sesión y con resultados visibles a los pocos días.

Se recomienda realizar este tratamiento 2 veces al año, pero esta recomendación puede variar en cada persona. En el supuesto de que no se pueda realizar la siguiente sesión en el plazo recomendado, el aspecto siempre será mejor o igual que antes de empezar el tratamiento, ya que durante los meses que dura su efecto suaviza las arrugas, mejorando el aspecto de la piel.

Recuerda la importancia de la Evaluación, es donde definimos que tratamiento o combinación de tratamientos es el adecuado para ti.